

La flora terrestre del Antártico está liderada

Con este blog vas a poder descubrir lo que la tierra nos da, y lo que nosotros le quitamos a ella. Las plantas van a jugar un importante papel, con sus beneficios e incovenientes.





Las plantas carnívoras comen insectos, arañas, mariposas, hormigas, ranas, renacuajos.... todo tipo de pequeños animales hasta peces o pájaros.
MADRID TAMBIÉN TIENE JARDINES COLGANTES
En CaixaForum Madrid, la nueva sede de la Obra Social "la Caixa" en el paseo del Prado, su director José Rodríguez, y el botánico francés Patrick Blanc, han diseñado e instalado el primer muro vegetal en España y el mayor en una fachada sin huecos.
Esta "pintura viviente" aísla del ruido, actúa como un eficaz agente medioambiental que ayuda a combatir la contaminación y preserva la fachada recubierta de las inclemencias del tiempo. Alberga 15.000 plantas de 250 especies diferentes. Entre ellas, Lonicera nitida, Yucca filamentosa, Cistus purpureus, Cedrus deodara, Pilosella aurantiaca, Dianthus deltoides…
Las plantas no necesitan tierra, ya que la tierra no es más que un medio. Sólo el agua y los múltiples nutrientes disueltos en ella, junto con la luz y el dióxido de carbono, son esenciales para las plantas
¿Te acuerd
as de cuando nuestros padres nos decían de pequeños que teníamos que comer ajos y nosotros les mirábamos con cara de “vosotros estáis mal”? Pues tenían mucha razón, y te vamos a explicar porque:
El ajo es una planta perenne de la familia de las liláceas de hasta 1.5m de altura. Flores verdosas o blanquecinas, a veces rosadas, pero muy poco abundantes o inexistentes.
Circulación: tiene propiedades antitrombóticas, que evitan la formación de coágulos en la sangre. Una mejor circulación sanguínea permite un aporte mayor de oxígeno a las células y una mayor limpieza de las toxinas celulares, además de que evita o ayuda a combatir enfermedades como la arteriosclerosis, hipertensión colesterol, infarto de miocardio…
Diurético: favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy adecuada en casos de reumatismo, hidropesía, edemasia…
Bactericida: sus propiedades bactericidas combaten o previenen las intoxicaciones alimentarias, como algunas infecciones en la vagina o para tratar o prevenir algunas enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea.
Digestivo: favorece la digestión al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas, aunque debe evitarse en casos de acidez estomacal. Tiene efectos positivos en el tartamiento de la úlcera.
Anticancerígeno: estudios recientes parecen asociar el consumo del ajo con la inhibición del cánce
r. Los compuestos azufrados parecen ser las responsables en la lucha contra la aparición de células cancerosas en el estómago, hígado, pecho…
También se puede usar como desinfectante contra las mordeduras o picaduras de animales (insectos), así como en afecciones de la piel como hongos, llagas, heridas, quemaduras, verrugas, sarna… para tratar infecciones de oídos (otitis) y el ardor de los pies.
El ajo en uso externo puede provocar dermatitis por contacto en algunas personas, por ello es muy importante aplicarlo solamente en la parte afectada de la piel, protegiendo el resto de su alcance. Una vez aplicado se deberá tapar la parte afectada con una gasa y esparadrapo evitando que el contenido alcance las partes sanas que rodean la zona afectada.
Con esto ya quedan totalmente resueltas tus dudas de que el ajo es un componente esencial en nuestra dieta que no debería faltar nunca en la mesa, y que debería comerse siempre cruda pues la cocción destruye sus componentes esenciales. Te aconsejo que lo comas crudo machacado o en trocitos muy pequeños en la ensalada para no destruir sus propiedades medicinales. El uso del ajo se conoce desde tiempos remotos, habiéndose utilizado por la mayoría de las culturas desde los antiguos egipcios, romanos, griegos… hasta en la misma india u oriente.
Sabemos que el biocombustible producido a partir de maíz y aceite de coco terminan elevando los precios de los alimentos e incentivando la preservación de los bosques húmedos. A pesar de ello su producción ha continuado incrementándose, pero es evidente que el entusiasmo ha ido pasando. Sin embargo la recientemente Comisión Europea anunció que para el año 2020 el biocombustible debiera representar el 10% del total del combustible usado en el transporte. Para ello se ha estado pensando en el biocombustible que se podría obtener a partir de la celulosa de la madera, o de cierto tipo de pastos o de la basura.
Para muchos países la madera no es una solución por carecer de las tierras que pudieran dedicarse a plantar árboles de crecimiento rápido. Es por eso que se ha comenzado a pensar en las algas que crecen en la superficie de estanque o lagunas, ya que estos son los organismos más eficientes para convertir la energía solar en biomasa. Ellas se pueden cultivar artificialmente usando sólo una fracción de tierra. Diez millones de hectáreas, cultivadas en piletas podrían suministrar todo lo que requeriría el transporte de Estados Unidos. Ello es muchísimo menos que la tierra agrícola que se necesitaría para cultivar el maíz necesario para producir biocombustible, la que se ha estimado en 500 millones de hectáreas.
Algunos tipos de algas que crecen en piletas o lagunas, contienen un 50% de lípidos, mientras otras tienen fundamentalmente almidones, pudiendo ser ambas una buena fuente de biocombustibles. Para crecer necesitan un adecuado suministro de dióxido de carbono y podrían utilizar como nutriente hasta el suministro proveniente del tratamiento de aguas ser
vidas. Se trata de algas acuáticas que crecen tanto en agua salada o salobre, por lo que no compiten con la tierra agrícola que tiene requerimientos de agua dulce.
Por ello es que las algas están pasando a ser objeto de estudios de las empresas petroleras, como la Shell y otras. También la Agencia de Investigaciones de Defensas Avanzadas de Estados Unidos (DARPA) está investigando las algas como posibles materias primas para producir biocombustibles. Por ahora el problema es llegar a establecer que tipo de algas son las más adecuadas para una producción a escala industrial. Shell está construyendo en Hawai piletas artificiales para seleccionar el tipo adecuado de algas e iniciar las producciones pilotos.